Como bien dijo Somerset Maugham “el español es la mejor creación de los españoles”. Y aunque hiperbólica, es acertada esta afirmación, pues si de algo nos tenemos que sentir los españoles orgullosos es de nuestro rico y variado idioma. Un idioma que se ha ido forjando con el paso del tiempo, y que no solo bebe de la evolución y de los préstamos lingüísticos, sino que también se ha nutrido ampliamente de la inventiva y el ingenio (algo que sin duda no nos falta).
Será esto lo que abordemos en este ¿Sabías que…? a través de una de las palabras más conocidas y utilizadas diariamente por todos: GILIPOLLAS. Todos lo usamos como insulto o descalificativo, pero ciertamente creo que ninguno nos hemos parado a analizar esta palabra de forma etimológica. A pesar de lo rocambolesco del origen de este término, no estamos ante ninguna “gilipollez”.
Baltasar Gil Imón de la Mota, fue un Caballero de la Orden de Santiago, abogado, juez y fiscal del Consejo Real de Castilla, que llegó a ejercer de Contador Mayor en el reinado de Felipe IV y Gobernador del Consejo de Hacienda. Su alta posición, le hizo ganarse el respeto de personajes tan ilustres como el Duque de Lerma o el Conde-Duque de Olivares. Además, era un asiduo a los fiestas y reuniones de la Corte, donde solía aparecer acompañado de sus dos hijas. Hasta aquí todo normal ¿verdad?
El hecho de que Don Baltasar acudiera con sus hijas a cualquier acto público no es baladí, pues se sabe que ambas estaban en “edad casamentera”, pero por algún extraño motivo, no encontraban un joven apuesto y bien situado que las cortejase (se dice que el motivo no era otro que la extrema fealdad de las muchachas). Y aquí es donde vuelve a jugar un importante papel nuestro lenguaje. Era costumbre por aquellos entonces, que a las jóvenes solteras se las llamara “pollas”. De ahí que cuando, Don Baltasar acudía a algún evento, este era presentado habitualmente como” Gil y sus pollas” o “Gil y pollas”. Parece ser que fue tal la insistencia del señor Gil por colocar a sus hijas, que su propósito se fue tornado en algo casi ridículo. Fue así como la historia de Gil y sus pollas fue adoptada en el imaginario popular, degenerando con el uso a nuestro actual Gilipollas, que como sabemos tiene una acepción negativa, que sin embargo también ha variado mucho en el tiempo.
REFERENCIAS
https://es.wikipedia.org/wiki/Baltasar_Gil_Im%C3%B3n_de_la_Mota
http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/baltasar-gil-imon-de-la-mota/
¡ Canis Meus Id Comedit ! 